Origen de mito

El mito como sistema simbólico encuentra su expresión en las grandes representaciones; arquetipos de un pasado no cronológico, perdido en los orígenes, pero objetivado por la narración de las realidades naturales y culturales que hacen parte de lo humano. El mito narra un acto sagrado que tuvo lugar al inicio de los tiempos (ab initio), gesta misteriosa protagonizada por seres extraordinarios (dios, semidioses o héroes civilizadores), que revelan al hombre los orígenes del universo y la ordenación cósmica. El mito es el fundamento de la verdad absoluta sobre nuevos órdenes cósmicos o acontecimientos primordiales de carácter sacramental. 



Los actos de los dioses y los héroes son sagrados porque recuerdan el origen; a diferencia de los dioses, los hombres se mueven en el mundo profano, por lo tanto, para acceder al orden sagrado se ven compelidos a rememorar los orígenes para crear lazos con la sacra-mentalidad y con las revelaciones divinas. Esta premisa aquieta al hombre en su accionar en el tiempo, todo lo que se hace por fuera de los modelos míticos es profano y altera el orden del cosmos que celosamente guardan los dioses, el único obrar permitido al hombre es el ritual, que no es potencia creadora sino dinamis repetitiva de la acción divina del origen. El rito tiene la función de sacra-mentalizar la vida de los hombres y hacer del tiempo narrativa sagrada que retorna al origen, al instante mágico-divino que dio origen cosmos. En el rito además se plantea una idea de tiempos contrapuestos: un tiempo infinito, no teológico, sin principio ni fin que pertenece a los dioses y un tiempo finito, que se mide por las fases de la luna, por las estaciones o por el brillo del sol, por lo tanto es un tiempo cronologizado, medible en su finitud, contrapuesto a un tiempo que se pierde en la oscuridad de los orígenes y que se proyecta en el futuro en la idea del “fin de los tiempos” cuando los órdenes sagrados regirán definitivamente la vida de los hombres, quienes también habrán de alcanzar un estado divino. 



El origen es sagrado porque es la acción de los dioses en un no tiempo, en tanto en su carácter de eterno no tiene principio ni fin ( temporalidad divina), en esta temporalidad “infinita” se engendrar el tiempo de los hombres finito y medido en las cronologías los hitos y las memorias. El mito es una remembranza del no tiempo, de la infinitud divina, el rito en cambio es el momento de partida del tiempo finito de los hombres, tiempo que se hace infinito mediante la evocación del momento del origen; el rito es a la vez un ejercicio humano para entender la infinitud del tiempo divino y la medida del tiempo humano. Es la maniobra (obra humana) mediante la cual los hombres acceden a la infinitud a expensas de la repetición del acto fundacional que aquieta el tiempo en el origen, pero a la vez evidencia el movimiento del tiempo humano al remontarse a un pasado que todos saben lejano y oscuro, origen del pasado (del tiempo que se mueve) y origen de la cultura (de la medición del tiempo), pero también certidumbre de su transcurso, evidencia de que los hombres participan de manera activa en él y se reconocen con él por las marcas que deja en el cuerpo, en las variaciones del mito y en la vida cultural, política y religiosa que se refleja en las ceremonias rituales.